Llegamos al Puerto de la Ragua, pasadas las 10 de la mañana. El personal responsable del desarrollo del programa, estaba esperándonos para acompañarnos en las diferentes rutas, pues divididos en dos grandes grupos por edades ( Infantil- primer ciclo un grupo y segundo y tercer ciclo en otro gran grupo) nos adentramos a descubrir todo lo positivo que nos ofrecía el entorno.
Llegar al Parque Nacional de Sierra Nevada por el Puerto de la
Ragua significa llegar a otro mundo, a la alta montaña mediterránea.
Plantas y animales endémicos, perfectamente adaptados a este medio tan
hostil. Es una magnífica oportunidad para los escolares más jóvenes de
descubrir la `Montaña del sol y del viento`.
Desde
el Punto de Información de la Ragua parten los senderos universales o la
parte del sendero Sulayr, recorridos fáciles que se realizaron con
los monitores que nos acompañaron.
El macizo de Sierra Nevada es, sin duda, el área de mayor
riqueza biológica de la Península Ibérica, la segunda de España tras
las Islas Canarias y una de las más importantes de toda Europa;
aspectos, entre otros, que han motivado su declaración como Parque
Natural, en 1989, y Parque Nacional, en 1999.
Entre
sus singularidades destaca su flora y fauna, una gran cantidad de
endemismos, localizados principalmente en los pisos bioclimáticos
superiores y estando, muchos de ellos, amenazados o en peligro de
extinción.
Variedad y
riqueza son, sin duda, los mejores calificativos que pueden definir la
flora de Sierra Nevada, con más de 2.000 especies vegetales, de las
8.000 que componen la flora española, lo que representa una cuarta
parte.
Pero, es la singularidad lo que más caracteriza a
la flora del macizo, al albergar al menos 66 endemismos locales o
especies exclusivas, como la emblemática estrella de las nieves.
En el entorno del Puerto de la Ragua, son los
pinares de repoblación de pino silvestre y un matorral almohadillado y
espinoso, el piornal, la vegetación dominante, con la presencia de un
endemismo bético, el piorno amarillo y exclusivo como la Centaurea
pulvinata (Blanca) o la Draba hispanica. ssp. laderoi. Junto a estos,
los enebros y las sabinas, constituyen importantes formaciones junto
al Cerro del Almirez.
Por debajo del dominio del piornal, y en las
solanas aparecen bosques de encinas, algunos muy bien conservados,
como el de Bayárcal.
Hermosos castaños crecen en zonas con alta
humedad edáfica, como barrancos, acequias y manantiales, formando
masas bastante naturalizadas.
Algunos robles melojos existen todavía cerca del
pueblo de Bayárcal, en una zona donde la rascavieja o carrasca nos
indica que tuvo que existir, antaño, un bosque.
Los bosques de ribera son comunes en la zona,
bordeando los cursos de agua que discurren por los barrancos. Choperas,
saucedas, alisedas y fresnedas forman estas comunidades, generalmente
acompañadas de una orla espinosa de zarzas, escaramujos, agracejos y
majuelos.
A mayores altitudes, son los cascajales
(acumulaciones de piedras), junto a los roquedos y borreguiles
(pastizales húmedos de alta montaña), los que albergan la mayoría de
las especies endémicas. La violeta de Sierra Nevada, que vive en los
canchales, bien adaptada al continuo desplazamiento de las lajas, la
manzanilla de la sierra, presente en pedregales y roquedos, y la
estrella de las nieves, cubriendo los borreguiles.
En
las proximidades a los núcleos rurales, la vegetación natural ha sido
sustituida por cultivos de secano (cereales, vid y almendros) y de
regadío (cerezos, manzanos y nogales), con especial importancia estos
últimos en la Alpujarra.
Los monitores que nos acompañaron en el itinerario guiado supieron transmitir con pasión y respeto el valor y el sentido de respeto absoluto que debemos mostrar hacia el medio y el enclave privilegiado en el que nos encontramos.
Centrados en la parte más lúdica, el grupo de mayor edad del centro supo disfrutar de los últimos neveros que quedan en la zona de umbría . Cabe señalar que hubo alumnado que era su primer contacto con la nieve con lo excitante y apasionante de la experiencia.
Los mas pequeños del centro, disfrutaron de un itinerario guiado y lúdico, centrándose en menos profundidad en las cuestiones técnicas de flora y fauna y en mayor medida, en aspectos puramente lúdicos y de disfrute.
Algunas fotos de la jornada son: